miércoles, diciembre 26

Laura (Capítulo 34)


Pasamos la noche viendo una película, no recuerdo cual fue exactamente, aunque tampoco hicimos mucho caso, estuvimos riendo y haciendo el tonto la mayor parte del tiempo. Era algo extraño porque estábamos todos emparejados, no sabíamos todavía muy bien lo que había pasado entre Alison y Mark y entre Rebeca y Niall, no nos lo habían contado pero sabíamos que habían quedado algunas veces. Se nos notaba a todos muchos más relajados y felices porque Sara estuviera de vuelta. Las cosas volvían a ser geniales, perfectas. Mientras veíamos la película y Zayn me rodeaba con el brazo, me apoyé en su pecho y me sentí genial. Vi a Mark hablarle al oído a Alison mientras ella reía, me alegré de que Mark le tuviera a ella, deseé que ella supiera apreciarlo y quererle más que yo. Vi a Sara acariciando la mano de Harry mientras él le besaba en la frente y a Rebeca abrazada a Niall como y con Zayn. Ahora todos teníamos alguien con quien compartir estos momentos, sentí un inmenso placer, absoluta satisfacción por ser tan felices y de repente me dio hasta miedo. Siempre me ha dado miedo que las cosas salgan tan perfectas, porque da la sensación de que de un momento a otro todo se irá a la mierda pero justo cuando eso pasaba por mi mente Zayn me miró, sonrió y me dio un suave beso en los labios. No sé si me habría leído la mente o simplemente le apeteció besarme, pero supe que nunca jamás me separaría de él, porque ninguno de los dos podríamos soportarlo. Cuando terminó la película, Lou estaba dormido sobre el hombro de El así que decidimos no hacer mucho ruido e irnos pronto. Harry nos dijo que no nos preocupáramos que ya recogerían por la mañana. Eleanor decidió quedarse a dormir con su novio y los demás nos acercamos a la puerta para salir.
- Bueno chicos, nosotras nos vamos que tendríamos que haber llegado a casa hace una hora. - Dijo Alison sonriendo todavía de la mano de Mark.
- Os acompañamos, ¿vale? - dijo Niall sonriente. Entonces Rebeca se acercó a Sara y a mi y nos susurró al oído:
- Tengo muchas cosas que contaros chicas. - Se acercó a Niall y le agarró de la mano, yo le miré a él y le sonreí. Niall era para mi como un hermano, y me alegraba muchísimo de que estuviera con Rebeca, Sara también sonrió. Y se marcharon. Liam y Dani también se despidieron, Dani nos dijo que tendríamos que quedar un día para ir de compras y Sara y yo asentimos, felices. Y nos quedamos solos, Zayn, Harry, Sara y yo.
- Sara... ¿te quedas a dormir conmigo? - Dijo Harry, con una sonrisa picaresca de las suyas. Sara me miró sorprendida. Yo apreté la mano de Zayn esperando su respuesta. - Por favor pequeña, que te he echado mucho de menos. - Insistió Harry abrazándola de la cintura.
- Sí Sara, quédate con Harry... y yo me voy con Laura a casa. - Miré a Zayn de golpe, no me esperaba esas palabras. ¿Dormir a solas en mi casa con Zayn? Dios mío.
- Venga... vale. - Dijo Sara sonriente, me miró y yo sonreí también.
- De acuerdo. - conseguí decir. Los chicos también sonrieron, vi como Harry le giñaba un ojo a Zayn.
- Lo teníais planeado, ¿verdad? - dije. Empezaron a reirse y no pude evitar besar a Zayn, de verdad eran perfectos. ¿Qué pasaría esa noche?
- Mañana hablamos Sara, y... cuidado que no me fio nada de Harry. - dije riendo. Zayn y yo salimos de la casa y nos fuimos andando hasta el apartamento. Estaba nerviosa, muy nerviosa y no sabía por qué.
- ¿Tú te has enterado de lo que ha pasado entre Niall y Rebe? - le dije a Zayn mientras caminábamos para poder hablar de algo.
- No mucho la verdad, han estado quedando algunos días... han ido al cine, a pasear, a la piscina a nadar y cosas así. Supongo que al final se habrán enamorado. - Zayn me miró sonriente, bajo la noche de Londres. Era tan increíble. Yo también sonreí.
- Y Mark y Alison también, ¿no? - dije después de habernos quedado unos segundos mirándonos sonrientes.
- Sí, supongo... aunque de ellos si que no sé nada, porque no hablo mucho con Mark... después de, ya sabes... haberle robado la novia. - me miró y cambió la cara, de repente. - Laura..
- Dime.
- ¿Te molesta que Mark tenga algo con Alison? - le miré y dejé de andar. Me planté frente a él y le acaricié la cara.
- Zayn, te quiero a ti... me alegra que Mark esté con Alison, deseo que sea feliz con ella y que se lleguen a querer tanto como nos queremos tú y yo. De verdad. - Entonces Zayn no dijo nada, solo sonrió, me agarró de la cintura y me beso. Estuvimos unos minutos ahí plantados, en medio de la calle, besándonos, felices. Y después seguimos andando hasta el apartamento. Cuando llegamos y cerré la puerta nos quitamos las chaquetas.
- Y... ¿ahora qué? - dijo.
- ¿Dor... dormimos? - contesté, nerviosa. Zayn sonrió y se acercó a mi, me abrazó de la cintura y me besó justo a la vez que susurró: no. Y un escalofrío recorrió mi cuerpo desde la cabeza a los pies. Todos los pelos de mi cuerpo se erizaron y mi corazón empezó a latir muy muy fuerte.

miércoles, diciembre 19

Sara (Capítulo 33)


Cuando Laura acabó de leer la carta se la cogí de las manos y la volví a leer una y otra vez, leía cada palabra y me paraba en cada punto. En cinco minutos me sabía cada palabra de la carta como si fuese mía, pero eran solo palabras que retumbaban dentro de mí. Noté que tenía tres pares de ojos mirándome, esperando simplemente a que reaccionase, a que dijese algo, pero no me salía, no sabía que decir, ni como reaccionar, no tenía ganas de llorar pero tampoco de sonreír. Volví a leer la carta, esta vez intenté entenderla, fui mas lento de lo que había ido las anteriores veces y lo entendí. Necesitaba que me diese el aire y estar sola. Miré a los demás, todos tenían cara de preocupación
- Necesito salir a tomar el aire- dije en un susurro- sola- añadí casi más bajito- esperadme para la cena- no quería que se preocupasen pero necesitaba estar sola y pensar
Cogí una chaqueta, por si hacía frío, ante la mirada de los tres que no había dicho ninguna palabra y con la carta en la mano salí del apartamento. Caminé sin rumbo, sin pensar en nada, solo iba mirando mis pies. Llegué a un parque y me senté en el césped, saqué la carta y la volví a leer. Mi abuela sabía que se moría y en vez de contárnoslo a todos simplemente puso su mejor sonrisa he intentó hacer felices a todos los de su alrededor, ella siempre había sido mi ejemplo a seguir y en vez de actuar como ella estos días lo único que hice fue encerrarme en mi habitación a llorar y a sumirme en la mierda día a día, en vez de intentar sonreír, no solo por mi, sino por los demás, lo que había echo había sido hacérselo pasar mal a los de mi alrededor. Comprendí que lo que quería mi abuela era que hiciera sonreía todos y disfrutar del momento, comprendí que ella no quería que tirara el tiempo llorando, ni pensando en ella, comprendí que lo que ella quería es que fuera feliz y disfrutara por ella y sobre todo por mi misma.
Me había comportado como una auténtica idiota, sé que no iba a ser fácil deshacer el nudo permanente que se había formado en mi garganta al igual que no iba a superarlo de la noche a la mañana, pero ni si quiera había intentado superarlo. Era el momento de volver y de pedirles perdón a todos, era el momento de intentar superar pero no olvidar.
Miré el cielo. Ya había anochecido, no sabía cuantas horas habían pasado, quería volver a casa y no sabía como llegar, yo y la orientación no éramos buenos amigos. Saqué el móvil y llamé a Laura
- Laura… me he perdido… caminé sin rumbo y…- Laura no me dejó acabar
- ¿cómo es el sitio donde estas?
- Estoy en un parque…- intenté describirlo pero todos los parque me parecían iguales-igual que todos los parques- dije desesperada
- Vale, haz una foto y mándamela, en quince minutos estoy allí- Laura colgó y la hice caso, saqué una foto a una fuente del parque y se la mandé. No sabía a cuanto tiempo estaba de casa, pero si me había dicho que estaría en quince minutos, no tardaría ni uno mas ni uno menos.
Me senté a esperar en la fuente y a los quince minutos Laura apareció con cara de preocupación. Me levante y me quedé parada enfrente de ella, cuando me vio, su expresión se relajó y se paró. Tenía tantas cosas que decirle que no sabía por donde empezar, un instinto me recorrió el cuerpo y comencé a correr hacía Laura y ella hizo lo mismo. Cuando nos encontramos nos fundimos en un abrazo y comencé a llorar
- Lo siento Laura… siento haberme ido pero…- no me dejó acabar, me miró a los ojos y me recogió un mechón detrás de la oreja
- Tranquila pequeña, lo entiendo perfectamente, no llores mas- me dio un beso en la frente- lo importante es que has vuelto- sonreí ante su comentario y me limpié las lágrimas
- Te quiero Laura, gracias por estar siempre a mi lado- nos fundimos en otro abrazo y nos fuimos a casa. Cuando llegamos Laura y yo nos sentamos en el sofá a cenar, hacía mucho que no hablábamos mas de dos minutos seguidos y lo había echado de menos
- ¿Cómo me encontraste?- pregunté mientras intentaba comer algo de mi cena
- Busqué la foto en internet y me salió el parque- dijo mientras sonreía. Le devolví la sonrisa
- ¿y los chicos? También quiero pedirles perdón a ellos, en especial a Harry…- bajé la cabeza
- Se han ido a casa… hoy habíamos quedado para ver una película en casa de Louis y Harry, yo me quedé a esperarte…
- ¿a qué hora habíais quedado?- Laura miró el reloj
- Ahora… en diez minutos- la sonreí y me levanté del sofá
- Vámonos aún estamos a tiempo de llegar- Laura me miró asombrada
- ¿de verdad quieres ir?
- Si… os debo una disculpa a todos y os he echado de menos y si vamos estar todos reunidos así os lo digo a todos a la vez…- Laura no se lo pensó dos veces, se levantó del sofá y cogió las llaves y el móvil
- Estoy lista ¿nos vamos?- me reí y cogí mis cosas, hacía mucho que no me reía- echaba de menos tu risa, no te dejes de reír nunca- dijo Laura mientras cerraba la puerta. La miré con ternura y nos encaminamos a casa de Lou y Harry
Llegábamos cinco minutos tarde así que ya estarían todos, llamamos a timbre y Lou nos abrió la puerta, cuando me vio abrió mucho los ojos y comenzó a gritar
- ¡PEQUEÑA! ¡HAS VUELTO!- me acercó hasta él y me abrazó fuerte- te he echado de menos, bueno todos te hemos echado de menos…- se quedó callado y reaccionó al instante- pasar no os quedéis en la puerta, todavía no hemos empezado la película-Entré detrás de Lou- mirad quien ha venido- dijo dejándome entrar, todos se quedaron mirándome alucinados, como si fuese un fantasma o algo parecido, miré a todos y vi algo diferente, Rebeca esta sentada al lado de Niall y este le rodeaba con un brazo ¿estaban juntos? Y Alison estaba al lado de Mark de la mano, me preguntaba que había pasado en mi ausencia. Todos reaccionaron y se levantaron a abrazarme todos menos Harry que no estaba en la sala
- no eres un fantasma ¿verdad?- dijo Niall antes de abrazarme, todos me decía que me habían echado de menos y me hicieron reír, en ese momento me di cuenta lo mucho que los había echado de menos, tenía que pedirles perdón… era el momento
- chicos- articulé la primera palabra desde que había entrado en la casa. Todos me miraron y se callaron, me puse nerviosa- eh… quería pediros perdón a todos por… bueno… por haberme ido pero…- Rebeca me interrumpió, que manía había cogido la gente con interrumpirme
- ¿eres tonta? No tienes que pedir perdón por nada- todos respaldaron lo que dijo Rebeca, la volví a abrazar y Louis gritó:
- ¡Abrazo común!- nos abrazamos todos y cuando nos separamos me acerqué a Lou
- ¿Y Harry?
- Arriba en su habitación- me miró con ternura- sube corriendo, ya estas tardando- dijo sonriendo, le devolví la sonrisa y subí las escaleras. Me paré en la puerta de la habitación de Harry, dudé durante un minuto si entrar o llamar a la puerta, al final llamé
- Louis ya te he dicho que no quiero bajar a ver la estúpida película-dijo Harry al otro lado de la puerta. Decidí entrar. Abrí la puerta y lo encontré tumbado de lado en la cama- mira que eres pesa…- se giró me vio y se quedó en silencio, se reincorporó en la cama- Sara… ¿qué haces aquí?- dijo muy sorprendido
- He venido a ver una estúpida película- me acerqué y me senté al borde de la cama, se hizo un silencio muy incomodo, cogí aire y comencé a hablar- Harry… siento todo lo que a pasado, me sumí en la mierda y no me daba cuenta de que os arrastraba a vosotros conmigo, no me di cuenta de que te arrastré a ti conmigo…- respiré hondo- sé que lo has tenido que pasar fatal y lo siento, siento que hayas tenido que sufrir algo que podías haber evitado, pero gracias por no haberte ido de mi lado- me quedé en silencio, Harry no me había mirado en ningún momento, solo miraba sus manos, esperé unos minutos y bajé la cabeza, lo había perdido. Me levante de la cama y cuando iba a salir Harry me agarró la mano, me rodeó la cintura, yo puse las manos en su cuello, apoyé mi frente en la suya y cerré los ojos. No se el tiempo que estuvimos así, pero por fin Harry habló
- No pidas perdón por llorar a alguien, ni tampoco me des las gracias por que quiera ser el hombro en el que lloras, porque entiendo lo importante que era tu abuela para ti y entiendo que tengas que llorarla- una lágrima cayó por mi mejilla y Harry la limpió-pero no quiero que pidas perdón por echarla de menos y tampoco quiero que me des las gracias, porque siempre voy a estar a tu lado, a las buenas y a las malas- sonreí, tenía el mejor novio del mundo a mi lado- y quiero que sepas que le estoy eternamente agradecido a tu abuela y que aún sin conocerla yo también la echaré de menos, porque gracias a ella conocí al amor de mi vida, te conocí a ti- sin duda tenía el mejor novio del mundo y le quería con locura
- Te quiero Harry- sonreí y él sonrió conmigo, poco a poco se fue acercando más a mi hasta que nos separaban milímetros y podía notar su respiración, por fin rompió la distancia y me besó, le devolví el beso y mordí su labio inferior, me separé y le di otro suave beso en esos labios que tanto había echado de menos
- Aún estamos a tiempo de bajar a ver la estúpida película ¿no?-dije con una sonrisa, nos reímos y bajamos a ver la película.

martes, diciembre 18

Laura (Capítulo 32)


El volver a Londres no resultó mejor, no abrimos la boca ninguno de los cuatro en el viaje de vuelta, yo me sentaba a ratos con Sara para simplemente agarrarle del brazo y llorar un poco juntas... el resto del tiempo iba al lado de Zayn apoyada en su hombre mientras me acariciaba el pelo mirando a la nada. Era consciente de que Sara tendría que pasarlo todavía peor que yo porque era su abuela... pero Julia con el paso de los años y del tiempo se había convertido en mi tercera abuela, y se había portado siempre genial con nosotras. Sobre todo aquel verano por haber hecho realidad nuestro sueño, no sé porque pero durante aquel viaje que se me hizo eterno no dejé de darle vueltas a ideas absurdas en la cabeza, llegué a pensar que tal vez Julia supiera que estaba llegando su hora y quiso hacernos este regalo antes de marcharse pero... eso no era posible, ¿o sí? También pensé que ahora no habría forma de agradecerle todo lo que había hecho por nosotras, esa maravillosa anciana se había ido sin que le pudieramos explicar lo realmente felices que nos había hecho ese último mes en Londres. Al llegar Niall, Liam, Lou, El, Dani, Mark, Adam, Rebeca y Alison nos estaban esperando en el aeropuerto. Me sorprendió algo ver a Rebeca y a Alison allí con ellos ya que creía que solo venían con nosotros cuando Sara las llamaba, aunque en realidad no sé porque noté que en esa semana que habíamos pasado en España con lo del entierro habían pasado bastantes cosas por aquí... pero, desde luego, no era momento de contarlas. Rebeca abrazó fuerte a Sara y se pusieron a llorar las dos, no sé si Rebeca conocía o no a Julia pero estaba segura de que ella también lo estaba pasando mal al ver a Sara tan destrozada. Nos llevaron a casa y sentía como todos intentaban animarnos, sobre todo Niall que no dejaba de darnos abrazos e intentaba hacer reír a Sara, aunque no tenía mucho éxito ella míraba mostrando agradecimiento por el intento. Yo no sabía que hacer, no podía soportar la pérdida de una mujer tan especial como Julia y tampoco sabía que hacer para animar a Sara. No dejaba de pensar que aquello tenía que ser una pesadilla, quería despertarme en mi apartamento de Londres despertar a Sara y poder decirle: tía... acabo de tener una pesadilla horrible. Y después llamaríamos a Julia. Pero no, eso ya no iba a pasar nunca. Aquello era jodidamente real. Los siguientes dos días fueron horribles, como los que pasamos en España. Sara y yo pasamos los dos días en la cama, solo nos despertábamos a comer, encima los demás estaban todos ocupados y no teníamos visitas con lo cual no teníamos ninguna gana de salir. Al tercer día Zayn y Harry aparecieron a primera hora de la mañana para traernos un desayuno delicioso, yo me sentí con más ganas y mientras Harry se tumbaba en la cama junto a Sara me fue a dar un paseo con Zayn, antes de salir le dí un beso en la frente a Sara y le dije que volvería enseguida, solo asintió con la cabeza. No hablaba, no reaccionaba, estaba completamente perdida en un mundo demasiado triste. No quería ver a mi amiga así, no podía soportarlo.
- Zayn, no sé que hacer... - le dije en nuestro paseo mientras él me agarraba la mano con fuerza. Nos sentamos en un banco y me rodeo con su brazo.
- Ya estás haciendo todo lo que puedes, le costará superar un golpe tan fuerte pero lo superará. Te tiene a ti, y a Harry y a todos nosotros. - Sonreí y le besé en los labios, hacía bastantes días que no me sentía bien y tampoco le estaba dando mucho cariño a Zayn y se lo merecía. Había venido a España con nosotras y todo, de repente la tristeza se me fue de la cabeza durante un momento y pensé en la que se hubiera montado si las directioners españolas se hubieran enterado de eso.
- Me alegra volver a ver esa sonrisa tuya pequeña. - Me dijo Zayn irrumpiendo mis pensamientos y dándome un beso en los labios. Al rato volvimos a casa, preparé la comida con Zayn y Harry e intentamos que Sara comiera algo porque cada día comía menos. Los siguientes días fueron iguales, siempre la misma historia... Harry y Zayn nos traían el desayuno y nos pasabamos el resto del día intentado entre los tres animar a Sara, algún que otro día también aparecieron Rebeca y Niall que cada día estaban más juntos pero todavía nadie había confirmado que hubieran tenido algo, Dani y El vinieron un día para invitarnos a ir de compras pero Sara no se movió de la cama. Cada día me sentía más desesperada, Zayn conseguía tranquilizarme pero muchas veces me ponía a llorar solo de impotencía porque no sabía que hacer con ella, no sabía como sacar de la cama a mi amiga, no sabía como devolverla a nuestro mundo de alegría y felicidad. Llegué a pensar que solo Julia sería capaz de sacarla de esa maldita cama con una llamada suya, pero... Julia no volvería a llamar, mierda. Un día de repente me levanté y Sara no estaba en su cama, me asusté muchísimo pero tampoco me dio mucho tiempo porque diez minutos después de que yo me levantará apareció por la puerta con bizcochos de la cafetería de abajo. Me sentí muy feliz al verla duchada, vestida y fuera de esa cama, al verla hacer algo aunque me miró sin decir nada. Me senté a su lado en la mesa y me dio un bizcocho. No me dio ni los buenos días solo dijo:
- Laura, mañana me vuelvo a España. - Entonces, no sé porqué me sentí traicionada, casi enfadada con ella.. por parecer tan débil, Sara no era así y yo sabía que Julia no hubiese querido eso.
- No Sara, no pienso permitir que te vayas. - Dije casi gritando.
- Laura, ¿y qué estoy haciendo aquí? Lo único que hago es amargaros a vosotros porque no soy capaz de levantarme de esa cama, esto era un regalo de mi abuela y ya no está... sin ella esto no tiene sentido.
- Sí que lo tiene, tiene mucho más sentido que nunca... ¿crees que a ella le hubiera gustado que te pusieras así? Sé que tiene que ser muy duro, durísimo porque hasta para mi es una pérdida insoportable pero conocía lo suficiente a Julia para saber que ella hubiese querido que disfrutaramos y aprovecharamos este verano al máximo. Era su regalo Sara, ¿vas a rechazarlo ahora que ya no está?
- Laura yo... - No le dejé terminar la frase, me levanté y me fui de un portazo. Llamé a Zayn por teléfono llorando y en menos de diez minutos estaba en el parque conmigo abrazándome mientras yo lloraba, entre sollozos le conté mi pelea con Sara y después de unas horas allí volvimos al apartamento, al llegar a la puerta vi que en el buzón había una carta, era algo extraño porque nadie nos había enviado cartas nunca allí. Sara estaba con Harry en el salón, supuse que ella también le había llamado. Zayn saludó a Sara con una sonrisa que, sorprendentemente, ella le devolvió.
- No puede ser... - dije murmurando al leer quien mandaba la carta.
- ¿Qué pasa? - preguntó Harry, noté las miradas de los tres.
- Sara, es.. es una carta de tu abuela... - le dije, en ese momento olvidé mi enfado y nos miramos sorprendidas y incluso algo emocionadas.
- Lee. - me susurró. Me senté en el sofá junto a ella y Zayn y Harry se sentaron a nuestro lado. Empecé a leer:

"Hola mis pequeñas, si estáis leyendo esta carta es porque ya no estoy con vosotras. Sé que lo que os voy a contar no os va a hacer mucha gracia pero tenía que regalaros este viaje como despedida. Hace unos tres meses me dijeron que a mi me quedaba poco y, bueno, puede sonar absurdo pero lo que más deseo en este mundo es la felicidad de mis nietas y sus amigas que casi se han convertido en nietas también. Os he oído tantas veces hablar sobre Londres y todo lo que haríais allí, os he oído tantas veces hablar de esos chicos tan guapos que no paráis de escuchar que no puede evitarlo.. Si todo sale bien, los conoceréis, estoy segura. El destino marcará todo lo que pasé este verano y el resto de vuestras vidas chicas, yo solo os he dado un pequeño empujón. A lo mejor es lo que necesitamos todos, ese pequeño empujón. Ahora tenéis que saber que todos vuestros sueños se pueden hacer realidad y que lo más importante es que no perdáis la esperanza. No os derrumbéis por mi pérdida, Sara.. sobre todo tú, que te conozco y no quiero por nada del mundo que te quedes en la cama. Aprovechar este verano, aprovechar cada minuto de cada día, es mi consejo y, creerme, tengo experiencia y ahora de lo único que me arrepiento es de cosas que no he hecho. Que no os pase nunca eso, ¿vale? Nunca. Si os tenéis que arrepentir de algo que sea de cosas que hicistéis, ser felices chicas. Os lo merecéis. 
Os quiso, os quiere y os querrá para siempre, Julia."

lunes, diciembre 17

Sara (Capítulo 31)



Estaba sentada en uno de los incómodos asientos del avión de camino a España. La cabeza me daba vueltas y no había soltado la mano de Harry en ningún momento, las lágrimas no cesaban, seguro que todo era una broma, una broma de mal gusto de mis padres y cuando me bajase del avión mi abuela iba a estar ahí, para abrazarme y decirme que todo estaba bien. Por primera vez miré a los demás, Zayn y Harry había insistido en acompañarnos, no pusimos mucha resistencia, los dos parecía tristes. Laura tenía la mirada perdida y al igual que yo no paraba de llorar.
Bajamos del avión y desesperadamente busqué a mi abuela por todas partes con la esperanza de que apareciese, pero no veía a nadie, no la veía a ella, a lo lejos vi a los padres de Laura y los míos instintivamente corrí a los brazos de mi padre, las lágrimas caían con mas fuerza, las piernas me fallaban, oía como mi padre lloraba conmigo en silencio, no podía ser, el dolor de mi cabeza se hizo mas fuerte, sentía como todo me daba vueltas, mi padre intentó recomponerme y me dio una botella de agua, bebí un poco intentando deshacer el horroroso nudo que se había formado en mi garganta desde que recibí la llamada, pero no se iba.
Cuando me tranquilicé un poco, presentamos a Zayn y Harry, no era el mejor momento pero había que presentarlos, los presentamos simplemente como unos amigos, aun que no lo pareciese por los abrazos que nos daban y que no nos soltaban las manos, pero no era el momento para decirles lo que en realidad eran. Éramos ocho y a nuestros padres no le habíamos avisado de que venía Zayn y Harry y en el coche de siete plazas no entrabamos así que mi madre y la madre de Laura se fueron en un taxi. Llegamos al pueblo, la casa estaba en silencio, Laura me agarró de la mano y las dos recorrimos la casa con la esperanza de encontrar a alguien, de encontrarla a ella, pero no apareció.
El velatorio fue horrible, la familia teníamos que estar apartada para el pésame, pero le pedí a Laura que se quedase conmigo, no podía hacer esto sola. La gente se acercaba, gente conocida y otra gente que no habías visto en tu vida, todos te decían lo mucho que lo sentían y algo bueno de ella, alguna gente lloraba contigo y otra te acariciaba intentando consolarte pero lo único que hacía que no me callera al suelo era la mano de Laura agarrada a la mía. Cuando todo acabo, los cuatro nos fuimos a casa, ni yo ni Laura queríamos ver el cuerpo, no cenamos y nos fuimos directos a la cama, sentía un dolor muy fuerte en el pecho y Harry me abrazaba y me acurrucaba en silencio, intentando calmar mis sollozos pero resultaba imposible.
A la mañana siguiente fue el entierro, si el velatorio fue horrible el entierro lo fue aún mas, todo lo que había era silencio y lágrimas, todo el mundo lloraba, incluso Harry soltó alguna lágrima, le agradecía eternamente que estuviese a mi lado.
Los días siguientes fueron aún peores, las horas se hacían eternas, nos pasábamos el día sentados en los sofás, seguía sin creerme que mi abuela no estuviera, seguía sin creerme que ya nunca más me arroparía, ni me haría esas galletas tan ricas, ni me haría reír como solo ella sabía, lo único que me quedaba de ella eran los recuerdos y su olor que estaba por toda la casa. Sentía como que en cualquier momento entraría por la puerta y me diría que esta bien que no llorase mas, que no tenía por qué preocuparme porque ella estaba a mi lado, pero esto no lo pensaba yo sola. Cada vez que sonaba el timbre Laura y yo nos mirábamos y mirábamos la puerta con la esperanza de que entrase por allí, pero no lo hacía, nunca venía. Las noches eran aún peor, como dormíamos en la misma habitación, daba igual quien empezase a llorar, las dos acabábamos llorando, en silencio, para intentar que la otra no oyese nada, pero aun así nos oíamos. Las palabras eran las mínimas y las cosas que hacíamos igual. Mi cuerpo se había vuelto una carga y las comidas una pesadilla ya que la comida no pasaba de la garganta.
No podíamos ver a ninguno de nuestros hermanos, mi hermana pequeña no entendía donde estaba la abuela, solo sabía que se había ido a un lugar mejor y yo no podía contestarle mas que monosílabos porque si no rompería a llorar delante de ella. El hermano de Laura era más mayor que mi hermana pero seguía siendo el hermano pequeño y aunque no estuviese tan unido a mi abuela como lo estaba Laura también lo pasaba mal. Muchas veces Zayn y Harry se llevaban a nuestros hermanos a hacer cosas con ellos para alejarlos de tanta tristeza, mi hermana estaba encantada porque sabían quienes eran y como nadie quería jugar con ella estaba deseando salir con ellos a donde fuera y el hermano de Laura también le gustaba irse con ellos porque sentía que era la única manera de desconectar un poco.
En una de estas salidas de los chicos con nuestros hermanos, nuestros padres se acercaron a Laura y a mí que estábamos en el jardín.
- Chicas…- dijo la madre de Laura- hemos estado pensando y deberíais volver a Londres, los chicos tendrán cosas que hacer y así cambiareis de aire- Laura y yo nos miramos
- Pero… no nos queremos ir, no queremos dejaros solos…- dijo Laura, en la mirada de todos había tristeza y se notaba como faltaba una parte importante, yo no podía articular palabra, simplemente asentí para demostrar que estaba de acuerdo con lo que había dicho Laura.
- Os tenéis que ir chicas aquí no hacéis nada- dijo mi madre
- Pero…- dije por primera vez en toda la conversación pero mi padre me interrumpió
- No hay peros que valgas, os iréis si o si, los billetes ya están sacados y mañana por la mañana os iréis- todos nos quedamos en silencio- es por vuestro bien- y después de que mi padre añadiese eso, los cuatro se fueron
Laura y yo nos quedamos en silencio, miré el agua de la piscina, esa piscina que yo quería y mi abuela la puso encantada cuando solo tenía siete años. Una lágrima se deslizó por mi cara
- Puede que sea lo mejor…- añadió Laura
- Puede- dije limpiándome la lágrima
- Además los padres tienen razón, los chicos tendrán cosas que hacer y ¿hasta cuándo pensábamos quedarnos aquí?- asentí para darle la razón y me levanté de allí hacía la habitación
Yo no estaba tan segura de que fuese lo mejor, me sentía rota y vacía, sentía que si me iba una parte importante de mi se quedaría amarrada aquí y que dejaría tirado al resto de mi familia, puede que si yo me quedase y Laura se volviese a Londres con los chicos sería mejor para todos. Rápidamente descarté esa idea, no podía separarme ni de Laura ni de Harry, los dos había conseguido que a día de hoy todavía siguiese en pie y si se alejaban de mi, me derrumbaría. Comencé a meter mi ropa y la de Harry en una maleta, al rato vino Laura y se puso a hacer lo mismo, cogí mi pijama y se me cayó al suelo, las piernas comenzaron a fallarme, Laura me agarró y me abrazó fuerte, rompí a llorar y le devolví el abrazo, Laura me acariciaba el pelo mientras me susurraba al oído:
- Tranquila pequeña, siempre estará contigo- me tumbó en la cama y luego se tumbó ella a mi lado, me abrazó de nuevo y me acarició el pelo hasta que dejé de llorar porque ya no me salían más lágrimas, en ese momento me di cuenta de que todo había cambiado, me di cuenta de que ya nada volvería a ser lo mismo, me di cuenta de que me acabaría acostumbrado a que ella no estuviese, pero mi mente rechazaba la idea, también me di cuenta de que esto dejaría en mi un vacío que nunca se podría llenar, pero lo mas importante, me di cuenta de que ella ya no estaba, me di cuenta de que mi abuela había muerto.

sábado, diciembre 15

Laura (Capítulo 30)


A la mañana siguiente nos despertamos algo tarde, casi a la hora de comer, así que comimos unos macarrones riquísimos que preparamos juntas entre risas y después dicidimos hacer un poco de limpieza. Pusimos música, no creo que haga falta decir que música y empezamos a limpiar cantando y bailando. Nos reímos un montón durante la tarde, haciendo el tonto. Después de dejar la casa como los chorros del oro decidimos preparar la cena porque esa misma noche tendríamos una cenita romántica con nuestros novios, preparamos tortilla para que los chicos supieran lo bien que se come en nuestro país, también hicimos una especie de canapés como los que hace mi madre en navidad y mientras yo ponía la mesa Sara se metió en la ducha.
- ¡Venga! Dúchate rápido y después voy yo, que todavía tenemos que decidir que ponernos. - le dije mientras colocaba toda la comida que habíamos preparado en la mesa.
- Sí, quedan menos de dos horas para que vengan los chicos así que hay que darse prisa. - Me dijo mientras corría hacia el baño, no tardó mucho en ducharse y después mientras Sara se sacaba sus rizos mojados yo me metí en la ducha. Cuando salí de la ducha me encontré a Sara en albornoz y con la cama llena de nuestra ropa. Se había hecho un peinado que le quedaba genial, una trenza preciosa a un lado.
- Bonito peinado. - le dije sonriente mientras me secaba yo el pelo.
- Gracias, ¿y tú que te vas a hacer? - me dijo mirando mi pelo todavía mojado. Encojí los hombros porque no lo había pensado. - ¿Liso o rizado? - le pregunté. Ella sonrió y me dijo que me quedaría bien hacerme unos tirabuzones, asentí y me terminé de secar el pelo. Después decidimos las dos la ropa que nos íbamos a poner. Cuando quedaba media hora para que vinieran los chicos ya estábamos las dos vestidas, peinadas y un poco de maquillaje porque nunca nos ha gustado maquillarnos demasiado. Sara estaba preciosa con un vestido azul celeste que solo tenía un tirante y dejaba un hombro totalmente al descubierto, le hacía unas piernas perfectas y su trenza y el collar que se puso le daban un toque muy elegante, se puso unas sandalias de tacón negras que también le quedaban muy bien. Yo me hice los tirabuzones que me recomendó Sara y la verdad es que me quedó un peinado muy bonito, me puse uno de mis vestidos preferidos, era marrón clarito de palabra de honor con unas florecitas más oscuras muy pequeñas y unos zapatos de tacón que me había regalado mi madre por mi cumpleaños también marrones. Nos colocamos delante del espejo.
- Madre mía, para no salir de casa estamos muy guapas eh. - le dije a Sara riéndo.
- Es verdad... luego podríamos salir a dar un paseo, con lo guapas que nos hemos puesto... - me contestó sonriente. Justo en ese momento sonó el timbre. - ¡Son ellos! - grito Sara emocionada, mi corazón se aceleró y sé que el de Sara también. Estabamos muy contentas. Las dos nos acercamos a la puerta y al abrirla nos encontramos a Harry y Zayn, los dos iban en traje. Imaginaros a Zayn y Harry delante de la puerta de vuestra casa vestido con traje y corbata... ¡dios mío!
- Oh dios mío chicas, estáis preciosas... - dijo Harry agarrando a Sara de la cintura y dándole un beso en los labios.
- Sí, estoy completamente de acuerdo con eso Harry. - dijo Zayn, se acercó a mi y me besó también. Sara y yo sonreímos y les invitamos a pasar.
- Aquí huele genial. - comentó Zayn al entrar.
- Esperemos que os guste la cena que hemos preparado eh. - dijo Sara. Nos sentamos los cuatro a la mesa, yo al lado de Zayn y en frente Sara al lado de Harry. Aquello era perfecto. Cenamos entre risas mientras charlabamos de todo un poco, nos contábamos cosas de nuestra vida, cosas que nunca imaginé que le contaría a Zayn, aunque bueno... tampoco imaginé nunca que él llegaría a ser mi novio. Sara y yo les confesamos que leíamos todos los artículos que salían sobre ellos en cualquier revista o cualquier página web.
- A lo mejor un día, vosotras también salís en esas revistas. - Dijo Harry divertido dándole un beso a Sara en la mejilla. Sonreí, no había pensado en eso nunca. Ahora era la novia de un famoso, de Zayn Malik. Sentí algo extraño, una mezcla entre emoción, miedo y una felicidad increíble. Cuando terminamos de cenar me levanté para ir a por la tarta que habíamos comprado Sara y yo en la pastelería que había debajo de nuestro apartamento, tenía una pinta increíble y aunque ya estabamos bastante llenos queríamos probar un cachito. Zayn me ayudó a repartir la tarta en trocitos, uno para cada uno. Harry fue el primero en probarla:
- Esto está delicioso eh, menuda cenita que nos habéis preparado chicas.. habrá que recompensaros. - Dijo riéndo. Sara le lanzó una mirada que no sabría describir, yo me reí y Zayn me miró sonriente también.
- Ya nos habéis recompensando, nos vale con que estéis aquí... - dije casi en voz baja, Zayn se acercó a mi y me besó en los labios, su boca sabía a chocolate, igual que la mía.
- Bueno, ¿y ahora qué vamos a hacer? - preguntó Sara.
- Lo que queráis... - dijo Harry mirándo a Sara a los ojos. Ella sonrió. Pero justo en ese momento sonó su teléfono.
- Uy, que raro que llamen a estas horas... ¿no? - dije mientras Sara se levantaba a buscarlo.
- Ya... es mi padre, ¿que querrá a estas horas?
- Pues como les apetezca hacer otra videollamada van a encontrarnos de cenita romántica... - dije riéndo, todos se ríeron y Sara contestó al teléfono.
- ¡Hola papi! - dijo, feliz. Pero de pronto supe que las cosas no iban bien, la cara de Sara cambió completamente, su sonrisa se apagó, se apagó de una forma que me asustó. Vi una lágrima asomando en sus ojos, y no fuí la única que la vió porque cuando yo me levanté de golpe de la silla temiendo lo peor Zayn me agarró fuerte la mano y Harry se acercó a Sara. Algo iba mal... estaba claro.

miércoles, diciembre 12

Sara (Capítulo 29)


Al rato de que se fueran Rebeca y Alison nosotras también nos fuimos para casa, decidimos poner una película ñoña, nuestras favoritas, y cuando acabó, nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente Laura me despertó mas pronto de lo habitual, Alison nos había llamado y nos había invitado a pasar la mañana en su casa para darnos un bañito en su piscina. Desayunamos unas tostadas, acabamos y mientras yo hacía las camas, Laura recogía la cocina y preparaba las bolsas de la piscina, una vez que estuvo todo listo, nos fuimos a casa de Alison.
Estuvimos toda la mañana tomando el sol y bañándonos en la piscina, riéndonos de Alison y Rebeca que nos estaban echando la bronca por no habérselo contado antes y haber quedado como unas estúpidas según ellas.
- Seguro que yo tuve que parecer una fan loca gritando- dijo Alison poniendo los ojos en blanco, todas nos reímos.
- Anda que yo, que me quede en shock, que vergüenza- todas volvimos a reírnos y el móvil de Laura comenzó a sonar, por su cara todas supimos que era Zayn y se apartó un poco de nosotras para hablar a gusto, a los dos minutos se acercó otra vez a nosotras pero sin haber colgado.
- Alison, ¿te importa que vengan los chicos un ratito hasta la hora de comer?
- Claro que no, además no están mis padres - dijo Alison contenta, Laura sonrió y se volvió a apartar, Rebe y Ali se pusieron algo nerviosas y a los cinco minutos los chicos llegaron, todos menos Mark y Adam que tenían que trabajar.
Alison sacó unas bebidas para todos y nos metimos todos en el agua. Las chicas parecían mas tranquilas que ayer y estaban más relajadas, Alison era más abierta que Rebeca, a la que le costaba algo más hablar, cosa que me extraño mucho en ella así que me acerqué a ver porque estaba tan callada
- Rebeca ¿estas bien? No pareces tú…- dije saliendo de la piscina con ella
- Estoy bien de verdad, pero es que me parece un sueño, son mucho mas graciosos en persona y mira que creía que era imposible y también son mucho mas guapos, sobre todo Niall…- desvió la mirada hacia él que salía de casa de Ali con una bolsa de patatas de la mano, nos vio y se acercó hasta nosotras, noté como Rebeca se ponía nerviosa
- Hola chicas ¿por qué os habéis salido ya?- Rebe se quedó callada mirándole
- Teníamos frío- dije mientras le daba un codazo a Rebeca disimuladamente para que reaccionase
- ¿Queréis patatas?- dijo Niall ofreciendo la bolsa
- Bueno Niall Horan ofreciendo comida esto no se puede desaprovechar- dije metiendo la mano en la bolsa, Rebeca negó con la cabeza ¿pero que le pasaba? ¿por qué no decía nada? Unas manos grandes me taparon los ojos.
- Harry- dije con una sonrisa
- Acertaste – dijo el sentándose a mi lado- y ahora si me permitís, os la voy a robar un ratito, que la he echado mucho de menos- dijo Harry dándome un beso en la mejilla, era el momento perfecto para dejarles solos y que hablasen, así que me levante de la mano de Harry y me alejé con él, miré a Rebeca que me miraba con cara de miedo y le hice una señal para que sonriera, luego me giré hacía Harry y nos sentamos en el césped apartados de los demás, no pude aguantarme mas y me abalancé sobre él, besando esos labios que tanto había echado de menos, los besé una y otra vez, hasta que tuve que apartarme porque tenía que respirar.
- He estado solo una semana sin ti y me ha parecido un siglo- dijo Harry mirándome a los ojos
- Yo también te e echado mucho de menos-mire esos ojos que tanto me gustaban y le deposite un suave beso en los labios
- Tu y yo, esta noche, los dos solos- dijo sin apartar la mirada de mis ojos, asentí con una amplia sonrisa-déjamelo a mi
- Vale, pero la próxima vez quiero organizarlo yo- dije poniendo cara de enfadada
- Ya veremos-me dio un beso en la mejilla y nos acercamos a los demás, al parecer nos quedábamos a comer a casa de Ali
Comimos unas pizzas que encargamos y entre unas cosas y otras también pasamos la tarde allí. Rebeca parecía estar más relajada, más suelta, más ella. A eso de las ocho nos fuimos cada uno a su casa, yo quedé con Harry en que me pasaba a buscar a eso de las nueve y media. Laura y yo llegamos a casa, yo me fui primero a la ducha mientras ella colgaba las toallas y se preparaba su cena. Salí de la ducha y me puse una blusa azul cielo con un cuello de bebé blanco y unos pantalones cortos de tiro alto de encaje blancos, me sequé el pelo y me lo dejé con mi rizo natural, me maquillé muy poco, solo para disimular la rojez de mis mejillas ya que me había quemado por la tarde y un poco de rímel, cuando estuve lista me fui a hablar con Laura mientras cenaba
- He estado pensando y mañana podríamos hacer aquí una cena en casa con Zayn y Harry ¿qué te parece?- dijo Laura mientras se llevaba un cacho de lechuga a la boca
- Me encanta la idea, así le recompenso a Harry por la cena de hoy- miré la ensalada que se estaba comiendo Laura- como Harry tarde un poco mas ceno contigo, me muero de hambre-protesté, un mensaje llegó a mi móvil, era de Rebeca “Mañana he quedado con Niall, los dos solos, ya os contaré que tal :) xx”
- ¿Quién es?- preguntó Laura curiosa
- Rebeca, mañana a quedado con Niall
- ¿en serio? Debe de estar supero nerviosa
- Cierto, me ha dicho que ya nos contará que tal- el timbre de la puerta sonó, me levanté de un salto y fui a abrir la puerta, allí estaba Harry, tan guapo como siempre
- Me la llevo un ratito, prometo traerla pronto- le dijo Harry a Laura
- La quiero a las doce en casa- dijo Laura simulando ser mi padre
- Como usted mande- le siguió el juego Harry
- Adiós, Laura- dije mientras cerraba la puerta- y ¿a dónde me llevas?- pregunté curiosa
- Deberías saber a estas alturas que no te pienso responder nunca a esa pregunta - me reí ante su comentario y comenzamos a andar
- ¿no vamos en coche?- pregunté extrañada, Harry negó con la cabeza
Andamos un par de manzanas y nos paramos en frente de un portal de un edificio antiguo, le miré algo extrañada y sacó unas llaves de su bolsillo del pantalón, abrió la puerta y me ofreció pasar, parecía un edificio normal y corriente, con siete plantes y en cada planta tres pisos, no tenía ascensor y comenzamos a subir escaleras hasta llegar al séptimo piso, allí Harry cogió otra llave y abrió una de las puertas, pero la puerta no daba a un piso si no a mas escaleras
- ¿Más escaleras?- pregunté cansada
- Vamos que ya no queda nada dijo cogiéndome del brazo
Subimos las escaleras y dimos con otra puerta, Harry se colocó detrás de mí y me tapó los ojos con sus grandes manos
- Ábrela- me ordenó en un susurro, yo obedecí y una brisa rozó mi cara, supuse que estábamos en la azotea del edificio y una sonrisa se formó en mi cara, Harry retiró sus manos y abrí los ojos, ante mí tenía sin duda alguna, las mejores vistas de todo Londres y una mesa para dos en medio de la azotea.
- Harry… Es precioso
- ¿de verdad te gusta?
- ¿Cómo no me va a gustar algo así?- me senté en la mesa y Harry fue hacia una cestita y sacó una bandeja
- Tenía que ser algo frío asique he traído sushi ¿te gusta?
- Nunca lo he probado, pero seguro que esta bueno
Comenzamos a cenar entre risas y una botella de champán, Harry había echo una tarta de chocolate con ayuda del resto de los chicos, había intentado darle forma de corazón, pero más que un corazón parecía una patata, aun que estaba realmente buena, también le comenté lo de la cena de mañana y acepto encantado
- Todavía hay otra sorpresa- dijo Harry sonriendo
- ¿otra más? No hacia falta nada mas- dije mirándole seria, aun que no pude reprimir una sonrisa
- Cierra los ojos- obedecí y noté con se levantaba de la silla, oí como rebuscaba algo en la cesta y como se volvía a acercar, me cogió la mano y noté como me puso algo parecido a una pulsera- ábrelos- así hice, ante mí tenía una pulsera de planta preciosa, con unos pequeños diamantes incrustados y un pájaro grabado
- Harry…- las palabras no me salían- es preciosa… pero de verdad no tenías por qué haberte molestado
- Cállate, te la he comprado porque cuando pasaba a buscarte la vi en el escaparate de una joyería y me acordé de ti por el pajarito que tiene grabado, llegué justo a tiempo porque estaba cerrando- dijo mientras se tocaba la nuca algo nervioso, le miré a los ojos, a esos preciosos ojos y lo dije todo sin necesidad de decir nada
- Te quiero- susurré- mucho
- Y yo, no lo olvides nunca, te has convertido en mi forma de vida Sara y no quiero cambiarla- Harry se acercó a mi y nos fundimos en un suave beso
- Pero no quiero que me vuelvas a comprar nada, no quiero que te gastes tu dinero en mi, te voy a querer igual
- Es mi dinero y lo gasto en lo que quiero- dijo mientras me daba un toque en la nariz con el dedo- ahora vámonos que le dije a Laura que te dejaría en casa a las doce y tengo que quedar bien con ella
Nos fuimos de la azotea y fuimos hasta el apartamento dando un paseo, me acompaño hasta la puerta de casa y cuando estuvo en la puerta me dio un beso, me mordió ligeramente el labio y me dio otro beso en la mejilla. Llamó al timbre y Laura nos abrió la puerta
- Las doce en punto- dijo Harry
- Así me gusta- los tres reímos ante la tontería
- Duerme bien princesa- me dijo Harry mientras me soltaba la mano
- Igualmente- dije con una sonrisa, vi como se marchaba y cerré la puerta.
Le enseñe a Laura la pulsera que le pareció preciosa y un detalle, le conté lo que habíamos echo y nos fuimos a dormir.

domingo, diciembre 9

Laura (Capítulo 28)


Me sentía genial yendo a casa de Zayn porque tenía muchas ganas de estar con él y encima quería ver la reacción de Alison y Rebeca, me habían parecido muy simpáticas y estaba segura de que al ser directioner como nosotras fliparían al descubrir quienes eran nuestros misteriosos nuevos amigos. Al llegar a la casa Sara llamó al timbre y contestó Niall, Sara le pidió que nos abriera la puerta. Mientras entrábamos Rebeca dijo entre risas:
- La voz de ese amigo vuestro parece la de Niall, ¿verdad? - Sara y yo nos echamos a reír, Alison sonrió y asintió. 'Claro que se parece, ¡es él!' pensé. Entonces entramos en la casa y los chicos estaban sentados con Els y Dani, y Mark y Adam. Sara y yo entramos primero y les saludamos contentas.
- Chicos, tenemos dos nuevas amigas que presen... - Sara no pudo terminar la frase porque Alison empezó a chillar como una loca al verles, pero Rebeca se quedó petrificada, en shock, los demás nos echamos a reír. Después de que Alison dejara de chillar y se pusiera a abrazarles a todos miramos a Rebeca esperando su reacción pero no reaccionaba.
- Rebe, ¿estás bien? - Dijo Sara tocándole en el hombro.
- Tranquila, todavía no nos hemos comido a ninguna fan pequeña... - Le dijo Louis, después de reírnos por las palabras de Lou Rebeca pudo abrir la boca y decir en español:
- No me lo puedo creer, ¿estos son vuestros nuevos amigos? - Liam le ofreció una silla y un vaso de agua. Todos se acercaron a ella y se puso muy contenta, empezó a decir que era el mejor día de su vida. Sara y yo nos mirábamos, sabíamos como se sentía... llevabamos casi un mes sintiéndonos así. Siguió hablando en español con nosotras dos:
- En serio chicas, no me lo puedo creer... esto es... dios mio... - Los demás se quedaron mirándola sin entender nada solo Niall se rió por que entendía algo, entonces Rebeca le miró sonriente. No sé si fui la única en darme cuenta pero Niall y Rebeca se quedaron unos segundos mirándose y noté muchísma química, eso me hizo sonréir. Después de que todos se hubiesen dado un abrazo o un beso de presentación Rebeca dijo algo que nos hizo reír aún más:
- Bueno, ¿hay algo más que no me hayáis contado? - Sara me miró y nos echamos a reír. Entonces Harry se acercó a Sara, le agarró por la cintura.
- Rebeca, no te pongas histérica eh... pero mi nuevo novio es Harry Styles. - Rebeca empezó a chillar diciendo: '¿En serio? No me lo puedo creer... no me lo puedo creer' Todos nos echamos a reír, después Sara me miró a mi.
- Rebeca... ¿sabes quien es mi novio? - dije, Zayn que estaba sentado a mi lado me agarró de la mano. - Zayn Malik.
- ¿Habéis tenido un mes perfecto o qué? - Dijo contenta, histérica... como estaría cualquier directioner en esos momentos. Entonces Sara y yo miramos a todos, a los chicos, a Mark, a Adam, a Els, a Dani y dijimos a la vez.
- Sí, perfecto... - Los demás sonrieron.
- Está siendo el mejor verano de vuestras vida, ¡NORMAL! - Dijo Alison también muy contenta. Todos sonreímos y estuvimos un rato charlando, comimos pizza que habían pedido y nos reímos un montón, le enseñamos algunas fotos de las que habíamos sacada en nuestras minivacaciones a Rebeca y Alison y se rieron un montón con nuestras caras haciendo surf. Después de estar un rato charlando y comiendo decidimos que podríamos salir un rato a dar un paseo nocturno bajo las luces de Londres. Zayn empezó a recoger la comida y me ofrecí voluntaria para ayudarle. Llevamos los vasos y platos sucios a la cocina y cuando dejé todo el el fregadero Zayn me agarro de la cintura y me dio un beso en los labios.
- Dios mío, que ganas tenía de hacer eso. - Dijo sonriente al separar sus labios de los míos.
- Y yo de que lo hicieras...
- ¿Qué tal ha ido la semana sin nosotros?
- Algo aburrida, esto no es tan genial sin vosotros. Sin ti... - Nos volvimos a besar y cuando ya llevabamos un rato en la cocina besándonos entró Liam.
- Oye... chicos.. lo siento pero es hora de irse. - Nos reímos y salimos a la calle, ya era de noche pero se estaba genial. Yo iba agarrada de la mano de Zayn y íbamos charlando con Niall, vi que Alison le decía algo a Rebeca y después nos dijeron que se tenían que ir.
- Claro, nadie ha pensado que a esas chicas les esperan en casa... - nos dijo Niall a Zayn y a mi.
- Y a ti te encantaría que no fuera así verdad Niall.. - dijo Zayn sonriente. Niall sonrió tímido. Yo reí.
- ¿Qué quieres decir? - Dijo, como si no supiera a qué nos referíamos.
- Niall... te gustó Rebeca antes de conocerla eh... recuerda la foto de Sara en la playa. - Niall no dijo nada, solo sonrió nos miró tímido y se acercó a los demás, nos despedimos de Alison y Rebeca y prometimos volver a quedar con ellas. A mi me habían caído genial, y creo que a los demás también así que decidimos conocernos mejor y posponer la película para otra noche.

Sara (Capítulo 27)


Volvimos a Londres, la primera semana fue algo rara, nos habíamos acostumbrado a pasar las veinticuatro horas del día con los chicos y ahora los silencios en el apartamento a Laura y a mi se nos hacían algo largos, tampoco se podía decir que los viésemos mucho ya que tenían un montón de cosas que hacer y en toda la semana solo habíamos comido un día todos juntos, el resto de la semana Laura y yo habíamos limpiado a fondo el apartamento, habíamos ido de compras, también habíamos quedado un día con Mark y Adam y otro con Dani y Els, nos habíamos dedicado tiempo la una a la otra, habíamos echo un montón de cosas y nos habíamos entretenido, pero en el momento que teníamos un ratito libre nos dábamos cuenta de lo mucho que les echábamos de menos, a todos.
- Zayn me ha dicho que esta semana ya volverán a la normalidad y nos verán mas- me comentó Laura mientras acabábamos de recoger la cocina
- Bien, ya les echo mucho de menos
- Y yo- pusimos en lavaplatos y nos sentamos en el salón- y ¿qué podemos hacer esta tarde?- una idea cruzó mi cabeza
- ¿qué te parece si quedamos con Rebeca? Le dije que quedaríamos cunado volviésemos a Londres y se me había olvidado…
- Me parece genial ¿por qué no la llamas haber si puede esta tarde?
- Voy- me levanté del sofá y fui a la habitación, marqué su número y quedamos a las cinco en un parque cercano a nuestro apartamento- ¿nos empezamos a preparar?- le pregunté a Laura con una sonrisa haciéndole saber que habíamos quedado esa tarde, aunque estuviésemos en Londres nuestro horario de comidas cuando estábamos las dos solas solía ser el español por lo que cuando acabamos de recoger y todo eran las cuatro, teníamos una hora para prepararnos, lo justo para Laura y para mi
Nos duchamos, Laura se recogió el pelo en una coleta alta y se puso unos shorts verdes con una blusa de tirantes de colores y unas sandalias, yo me recogí el pelo en una trenza de espiga y me puse unos shorts de tiro alto vaqueros con una blusa blanca también de tirantes con un collar en tonos naranjas pálidos igual que mis vans, acabamos de prepararnos y cogimos las llaves, las gafas de sol, los móviles y dinero y salimos de casa corriendo porque si no llegaríamos tarde. Llegamos al parque asfixiadas pero puntuales, fuimos al puente en donde habíamos quedado y allí estaba Rebeca, tal y como la recordaba, a lo mejor con el pelo un poco mas largo, pero como siempre, se giró y me miró una alegría recorrió mi cuerpo y salí corriendo hacia ella, ella hizo lo mismo y nos fundimos a mitad de camino en un abrazo que decía aquello que las dos sabíamos pero pocas veces nos habíamos dicho, ese te echo de menos que siempre evitábamos decir pero que siempre sentíamos
- ¡no has cambiado nada Rebe!
- ¡tú tampoco!- se acercó Laura hasta nosotras y se la presenté
- Esta es Laura, una muy buena amiga con la que llevo aquí casi un mes ya
- Por fin te conozco- dijo Laura mientras se daban dos besos- he oído hablar mucho de ti
- Ah ¿pero que le has hablado de mi? Que vergüenza – su comentario me hizo reír- venir os tengo que presentar a una persona- Laura y yo nos miramos frunciendo el ceño y seguimos a Rebeca que se paró delante de una chica pelirroja
- Sara, Laura esta es Alison, es mi compañera de intercambio- nos la presentamos y me quedé mirando sus profundos ojos marrones que destacaban en su piel blanca, tenía algunas pecas y su pelo liso y pelirrojo llegaba hasta la cintura, era bastante guapa
Fuimos a tomar un helado y estuvimos hablando un poco de nuestro verano mientras dábamos un paseo, Alison acababa de llegar de sus vacaciones en Alemania, Rebeca había estado en Gandía con la familia hasta que se vino de intercambio, se quedaba mes y medio, Laura y yo le contamos todo lo que habíamos echo omitiendo a los chicos, simplemente dijimos que eran unos chicos que habíamos conocido a través de nuestro guía, Alison también era directioner y cada vez que comentábamos algo de los chicos a Laura y a mi nos entraba la risa. A mitad de la tarde mi móvil empezó a sonar, era Harry.
- Perdonad chicas, tengo que cogerlo- miré a Laura para que supiese quien era y me aparte de las chicas
- ¿sí?- dije cogiendo el teléfono
- Hola preciosa- pude notar su sonrisa al otro lado del teléfono, igual que él podía sentir la mía
- Hola Hazza
- ¿qué hace la chica más guapa de este mundo?
- Exagerado…- dije con una sonrisa- pues estoy dando una vuelta con Laura y Rebeca, la amiga que me llamó cuando estábamos de vacaciones ¿te acuerdas? Y su compañera de intercambio
- Ah…- dijo algo desilusionado
- ¿por qué lo dices?
- Bueno es que habíamos pensado que podíais pasaros a ver una peli por casa de Zayn que habíamos quedado todos y nos apetecía veros, pero si no podéis… pues nada- parecía un niño pequeño desilusionado mientras lo decía, que dulce era…
- Bueno, en realidad hay una manera de que podamos ir- dije mirando a las chicas
- ¿Cuál?- dijo Harry emocionado
- ¿podrían venir con nosotras Rebeca y Alison? Alison es su compañera de intercambio, solo si no os importa, son directioners y les haría mucha ilusión, pero solo si queréis, si no…
- Sara- me interrumpió Harry
- ¿qué?
- Claro que pueden venir, a los chicos seguro que no les importa
- ¿de verdad?
- Claro tonta
- Vale pues en diez minutos estamos allí, no les voy a decir nada hasta que lleguen a la casa y os vean a ver que cara ponen
- Como quieras pequeña
- Te quiero Harry
- Y yo cielo
- Por cierto te echo mucho de menos así que no te vas a librar de uno de mis abrazos en cuanto te vea
- Yo también te echo mucho de menos así que no pondré oposición, te doy diez minutos si no me abrazo a Lou- me reí y colgué
- Chicas, cambio de planes- dije con una sonrisa- nuestros amigos nos han llamado y nos han invitado a ver una película en su casa, a vosotras también- dije mirando a Rebeca y a Alison
- ¿pero no vamos un poco de sobradas?- dijo Alison, que resultaba ser una chica súper simpática
- Que va- dijo Laura- si os va a encantar- Laura me miró- la película quiero decir- Alison y Rebeca se miraron
- Esta bien- dijo Rebeca
- Pues vámonos que tenemos que estar en menos de diez minutos
- ¿por qué en menos de diez minutos?- preguntó Laura
- Porque si no me quedo sin abrazo- solo Laura entendió a que me refería, Rebeca y Alison no sabía muy bien de que iba la cosa, Laura y yo nos miramos y cogimos a Alison y Rebeca de la mano y comenzamos a correr en dirección a la casa de Zayn.

domingo, diciembre 2

Laura (Capítulo 26)


La primera noche que pasé con Zayn fue increíble, igual que el resto de días de nuestras minivacaciones. Delante de los demás intentábamos controlarnos un poco, por no hacer daño a Mark, pero poco a poco las cosas fueron siendo más normales. Aquel día después de la fiesta estábamos algo borrachos cuando llegamos a la habitación, me metí al baño para ponerme el pijama y lavarme la cara. Hacía bastante calor, por lo menos yo lo tenía así que me puse un camisón corto que resultaba bastante 'sexy'. Salí del baño y me encontré a Zayn en calzoncillos, él si que era sexy. Sonreí al verle ahí plantado delante de mi y mi corazón se fue acelerando más y más a medida que él caminaba hacía mi. Después rodeó mi cintura con sus brazos y sentí un escalofrío que llegó hasta la punta de mis dedos del pie, un cosquilleo en el estómago, eso era lo que Zayn causaba en mi.
- Dios mío Laura... eres preciosa. - Dijo y después me besó y yo sentí una felicidad que no se podría describir con palabras. Pero creo que para todas las directioners basta con decir que me estaba besando Zayn, ¡ZAYN! Después de unos segundos perfectos se separó de mi.
- Habrá que dormir... ¿no? - dije, sonriente.
- Claro. - Nos acercamos a la cama y nos tumbamos, no sabía que hacer, quería besarle hasta quedarme dormida pero tal vez él quería algo más y yo no estaba preparada.
- Zayn yo...
- Tranquila Laura, iremos poco a poco. - Después de oir esas palabras sentí que le quería más todavía, era como si me conociese perfectamente. Le besé en los labios, en la cara, en el cuello... no dejé de besarlo y cada vez hacía más calor, sentía sus manos en mi cintura, en mis piernas desnudas, y su labios en todas partes. Me sentía completamente extasiada pero antes de hacer algo de lo que nos podríamos arrepentir me separé un poco de él.
- Estamos demasiado borrachos Zayn, no... es el momento. - Sonrió y asintió, después me apoyé en su pecho mientras él me acariciaba él me acariciaba el pelo y nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente me desperté más feliz que nunca con el sol asomando por la ventana, nos vestimos entre risas y besos y bajamos a desayunar. En la cocina ya estaban casi todos, faltaban solo Mark, Adam y Lou que estaban en la ducha según nos dijeron. Nos sentamos a desayunar y pregunté los planes que había para el día. Me dijeron que habían llamado otra vez a Ramón para volver a hacer surf ya que tanto nos había encantado, me hizo muchísima ilusión. Y cuando nos juntamos todos nos fuimos a disfrutar del día, fue completamente increíble, nos pasamos la mañana haciendo surf y a la tarde riendo y viendo las fotos del día como la última vez. Y así fue el resto de la semana, días increíbles. Con Mark volví a tener poco a poco una gran amistad, cada día nos sentíamos todos más felices y el grupo volvió a parecer una pandilla de grandes amigos. Tenía gracia pensar que después de todo nuestros mejores amigos iban a ser los chicos de One Direction, El, Dani, Adam y Mark y que mi novio sería Zayn y el de Sara Harry. Era imposible de creer que todo aquello estuviera pasando de verdad, Sara y yo algunas noches nos tomabamos un refresco juntas en el jardín a solas mientras los demás dormían comentando lo alucinante que era todo aquello y bromeábamos pellizcándonos por si estábamos en un sueño de cualquiera de las dos, pero no... era real, real y perfecto. Ramón resultó ser un gran programador de actividades, un día nos llevó a hacer senderismo y fue muy divertido, también quiso enseñarnos a hacer escalada pero me dio demasiado miedo y no llegué muy alto. Disfrutamos todos un montón no queríamos volver a Londres, pero después de llevar dos semanas haciendo de todo no nos quedó más remedio, los chicos tenían muchísimas cosas que hacer y Sara y yo teníamos que quedar con su amiga Rebeca, Sara me había hablado un montón de ella y yo tenía unas ganas increíbles de conocerla por fin. Además era tan directioner como nosotras y se llevaría una gran sorpresa al descubrir quienes eran nuestros nuevos amigos. Mis noches con Zayn eran geniales y me encantaba besarle y que me dijera cosas bonitas, nos pasábamos horas tumbados en la cama hablando de nuestras cosas, riendo  besándonos... queriéndonos. Me llevó el desayuno a la cama un par de veces y se portaba como un chico ideal. La última noche antes de volver, ya habíamos preparado todos las maletas para salir pronto a la mañana y nos habíamos ido pronto a dormir. Cuando estaba en mi habitación tumbada en la cama con Zayn no pude evitar preguntarle:
- Zayn, ¿por qué te fijaste en mi?
- ¿A qué viene esa pregunta?
- No sé, yo llevo enamorada de ti desde que llegaste a The X Factor... y nunca jamás se me habría pasado por al cabeza que tú pudieras... quererme y portarte tan genial conmigo.
- ¿Y por qué no? Eres divertida, guapa, tienes una sonrisa totalmente genial y tu mirada es casi hipnotizante, encima me encanta como te tomas todo con humor, los discursos que das cuando te agobias... y tu manía de tocarte el pelo cada dos por tres es... genial.
- ¿De verdad? ¿Todo eso piensas de mi?
- Claro boba, y tienes una forma de andar que me hace gracia, y un entusiasmo por hacer cosas nuevas que levanta el ánimo a cualquiera.
- Gracias Zayn.
- ¿Gracias por qué?
- Por existir, por decirme todas estas cosas, por ser tan absolutamente perfecto... te quiero, ¿vale?
- Yo también te quiero pequeña, y ahora a dormir que mañana madrugamos. - Me besó en los labios y yo cerré los ojos, feliz, emocionada y con el corazón a mil por hora. Después me dormí.

Nuestros lectores: